La vejez en los gatos

La vejez en los gatos

Un gato se considera adulto a partir del año y medio de edad, aunque por lo general al cumplir los 5-6 meses ya está totalmente desarrollado y puede reproducirse. Cuando el gato llega a los 10 años de vida, empezamos a hablar de un gato mayor, y pueden aparecer síntomas de vejez.

  1. Descenso de actividad. Dedica más horas a dormir y descansar. Los ratos de juego son menos frecuentes o de menor intensidad.
  2. Problemas para comer. Los gatos domésticos acumulan mayor cantidad de sarro en los dientes y, cuando son mayores, les puede procar gingivitis o estomatitis; esto les produce dolor al ingerir y dejan de comer. Una alimentación basada en pienso y no en alimento blando, que ayuda a controlar las acumulaciones de sarro.
  3. Problemas en la bandeja de arena. Los gatos mayores pueden presentar dolores articulares o musculares, sobre todo en las patas traseras y en la cadera. A veces, al entrar en la bandeja, sienten dolor en las patas traseras (a causa de la arena) y ocurre que hace sus necesidades fuera de la bandeja, al lado.
  4. Disminución de sus sentidos. Pierde sensibilidad olfativa, de oído y de visión, lo que puede producir una falta de atención o torpeza en sus movimientos.
  5. Cambios de humor. Puede estar más irritable si se le molesta. Puede sentirse agobiado si le mimamos todo el tiempo, por eso debemos respetar su descanso y tranquilidad.
  6. Falta de higiene. Disminuye su higiene personal, dedican menos tiempo a lavarse a sí mismos a causa de algún dolor físico que le impide, por ejemplo, lavarse la zona trasera.
  7. Problemas renales. Provocan fallecimiento en los gatos mayores. Este problema comienza con el gato orinando fuera de su bandeja, en superfícies horizontales y blandas como camas o sofás, caso en el que se recomienda hacerle una analítica de orina al gato para comprovar que todo esté bien.
  8. Aumento de peso. Esto se debe a la falta de actividad, por eso hay que revisar su dieta. Nuestro veterinario nos puede ayudar a elegir el alimento adecuado.
  9. Diabetes. Notaremos que nuestro gato bebe mucha agua y adelgaza aunque come mucho.
  10. Posibles tumores. Los gatos sin esterilizar son más propensos a padevcer tumores en las mamas (hembras) y en la próstata (machos) y piómetras (hembras), que es una infección del útero.
  11. Otros síntomas. Cualquier otro cambio que apreciemos en nuestro gato, hay que consultarlo con el veterinario.