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La vejez en los gatos
La vejez en los gatos
Un gato se considera adulto a partir del año y medio de edad, aunque por lo general al cumplir los 5-6 meses ya está totalmente desarrollado y puede reproducirse. Cuando el gato llega a los 10 años de vida, empezamos a hablar de un gato mayor, y pueden aparecer síntomas de vejez.
- Descenso de actividad. Dedica más horas a dormir y descansar. Los ratos de juego son menos frecuentes o de menor intensidad.
- Problemas para comer. Los gatos domésticos acumulan mayor cantidad de sarro en los dientes y, cuando son mayores, les puede procar gingivitis o estomatitis; esto les produce dolor al ingerir y dejan de comer. Una alimentación basada en pienso y no en alimento blando, que ayuda a controlar las acumulaciones de sarro.
- Problemas en la bandeja de arena. Los gatos mayores pueden presentar dolores articulares o musculares, sobre todo en las patas traseras y en la cadera. A veces, al entrar en la bandeja, sienten dolor en las patas traseras (a causa de la arena) y ocurre que hace sus necesidades fuera de la bandeja, al lado.
- Disminución de sus sentidos. Pierde sensibilidad olfativa, de oído y de visión, lo que puede producir una falta de atención o torpeza en sus movimientos.
- Cambios de humor. Puede estar más irritable si se le molesta. Puede sentirse agobiado si le mimamos todo el tiempo, por eso debemos respetar su descanso y tranquilidad.
- Falta de higiene. Disminuye su higiene personal, dedican menos tiempo a lavarse a sí mismos a causa de algún dolor físico que le impide, por ejemplo, lavarse la zona trasera.
- Problemas renales. Provocan fallecimiento en los gatos mayores. Este problema comienza con el gato orinando fuera de su bandeja, en superfícies horizontales y blandas como camas o sofás, caso en el que se recomienda hacerle una analítica de orina al gato para comprovar que todo esté bien.
- Aumento de peso. Esto se debe a la falta de actividad, por eso hay que revisar su dieta. Nuestro veterinario nos puede ayudar a elegir el alimento adecuado.
- Diabetes. Notaremos que nuestro gato bebe mucha agua y adelgaza aunque come mucho.
- Posibles tumores. Los gatos sin esterilizar son más propensos a padevcer tumores en las mamas (hembras) y en la próstata (machos) y piómetras (hembras), que es una infección del útero.
- Otros síntomas. Cualquier otro cambio que apreciemos en nuestro gato, hay que consultarlo con el veterinario.
