La torsión de estómago en el perro

Es una dilatación aguda que consiste en una distensión del estómago a consecuencia de la acumulación de gas, pudiendo además girarse y aparecer con ello una mayor gravedad. Algunos factores que predisponen a su padecimiento son:

  1. La ingesta rápida y/o abundante de comida o líquidos
  2. El ejercicio físico tras las comidas.
  3. Los alimentos de baja calidad, poco digestibles o flatulentos.
  4. La aerofagia (tragar aire).
  5. Las situaciones de estrés, que provocan trastornos digestivos y aerofagia.
  6. El retraso del vaciado gástrico.
  7. Predisposición racial y/o genética.

Inicialmente, el perro se muestra inquieto, echándose y cambiando con frecuencia de lugar intentando encontrar una postura cómoda. Saliva mucho, intenta vomitar sin conseguirlo y el abdomen va aumentando de tamaño con rapidez. Después, tendrá una respiración muy dificultosa, con taquicardia, una expresión de angustia en la mirada, que derivará en situación de shock que le impedirá levantarse. Todo esto acaba en la muerte del perro.

Para que nuestro animal sobereviva, tiene que ser atendido en el menor tiempo posible por un veterinario (menos de 1 ó 2 horas). Después de la intervención, el veterinario nos indicará que medidas preventivas deberemos tomar para evitar que el proceso se repita.